¿Qué se entiende por educación?

Dra. Gladys Yolanda Becerra Torres.

Prof. De la ULA- Táchira.

Fecha de Publicación: 22/05/2023

 

La educación, generalmente, es asumida como el proceso que se concreta en la escuela y que es dirigido por el profesor. Esta es una concepción limitada de lo que realmente es. Lo procedente es asumirla desde un enfoque amplio, pues el ser humano se educa con la familia, los pares, la comunidad, la iglesia, etc. En este sentido, es más pertinente asumirla o definirla como un proceso histórico social. Es histórica porque adquiere particularidad de acuerdo al tiempo y también el espacio, entonces está muy relacionada con el contexto. Es social porque es propia de los seres humanos.

Ahora bien, asumida desde el enfoque histórico, pues se aprecia que la educación surge como una necesidad, cuando el hombre se convirtió en ser pensando y comenzó a crear cultura.  Es posible que, en los inicios de la misma, se concretara en el “haz como yo”, a través del recurso imitativo. Luego en la medida que fue complejizándose el conocimiento, pues ya fue necesario formalizarla y es cuando surge el primer maestro, que, según los historiadores, fue el chamán o el mago. Es posible que las primeras escuelas surgieran en el bosque. Adquiere así un carácter mágico religioso, que perduró hasta el fin de la edad media y se centraba mucho en la formación del carácter. Eso sí, se aprecian diferencias de acuerdo a los espacios; recordemos como ejemplo la educación de Atenas y Esparta, dos ciudades de la Grecia clásica, que aunque estaban muy cercanas geográficamente, los modelos político ideológicos eran totalmente diferentes. Por ello se habla que la educación además se desarrolla en un contexto, que la particulariza.

En atención a lo expuesto se dice que el término educación da cuenta de un proceso relacionado con las características de los diversos contextos; éstas determinan las condiciones que permiten definir al hombre, al mundo y, por ende, particularizan la manera en que los seres humanos se apropian del conocimiento, de la cultura y de una cosmovisión.  En la medida en que hombres y mujeres construyen su historia y enriquecen su cultura, surgen nuevas condiciones y forma de vida, cuya asimilación es necesaria por los miembros de una sociedad, para desenvolverse en el mundo que viven y, para adquirir las herramientas que les permiten entender otras culturas y formas de vida.  Por tanto, se trata de un proceso que desarrolla capacidades en las personas, para vivir y desenvolverse en otros contextos sin mayores limitaciones, si lo ameritasen. En este sentido, educar es crear las condiciones para que los individuos se formen viviendo la unidad en la diversidad y viceversa.

Etimológicamente el término educación deriva del latín educare, formada por una palabra más antigua Educere, compuesta por la partícula “ex” que significa fuera y “ducere” que significa conducir.  Así, una primera significación del término sería que educación es conducir desde afuera.  No obstante, al revisar la literatura se encuentra que “exducere” ha significado engendrar y “educare” perfeccionar lo engendrado. Lo importante es que ambas referencias etimológicas hacen alusión a un proceso de mejora en las personas. En tal sentido, surgen dos perspectivas teóricas: el asumir la educación como un proceso que se potencia desde afuera y otro, el asumirla como un proceso que se potencia desde el interior de la persona. Si embargo, actualmente se considera que ambas concepciones son complementarias. En consecuencia, se dice que la educación se concibe en un plano bidimensional, pues nadie se educa, ni aprende por mí, ni yo puedo aprender sin los otros. En consecuencia, según los aportes de diversos autores, la educación ha sido definida como un proceso que afecta al hombre como individuo y como ser social.  De ahí que el gran maestro venezolano Prieto Figueroa (1990) la refiera como un problema humano que se ocupa del hombre como individuo y como miembro de una comunidad en la que participa.

En cuanto a la concepción de la educación como una obra colectiva, que se concreta a través de los otros, se inscribe en los aportes de Vygotsky (1979), específicamente en lo que respecta al aspecto de la intersubjetividad, según el cual el proceso de aprender se produce en la relación con los otros, para luego alcanzar la intrasubjetividad, la internalización.  Esos otros, de quienes aprendemos, viven en un momento y espacio particular, lo cual determina una caracterización especial al hecho educativo, que lo hace histórico.  De ahí que se asuma la educación como un proceso derivado de la herencia cultural, y como tal, su definición y caracterización se ajustan a las particularidades del momento.

Igualmente, es importante señalar que la educación también es un proceso complejo, porque se afecta o en la misma intervienen diversos factores: políticos, económicos, sociales, culturales, biológicos, entre otros. Es además integral, porque afecta al individuo como un todo. El individuo a través de la educación puede potenciar su mente y su cuerpo. El ser humano a través de la educación como proceso de apropiación cultural aprende a discriminar sobre lo que le hace bien y lo que le hace mal. Por ejemplo, se incluye la Educación Física como parte del currículo porque mantenerse activo físicamente tiene repercusiones beneficiosas para el desarrollo mental y emocional. La alimentación balanceada tiene repercusiones directas en la salud de la mente y el cuerpo. Por ejemplo, la falta de azúcar afecta directo al cerebro, pero el exceso de azúcar enferma al cuerpo. Y todos esos conocimientos son producto de la educación. Incluso, se considera que dependiendo de la apropiación cultural el ser humano desarrolla su personalidad. Y esto no es solo un proceso de la escuela, sino de la sociedad en general.

Ahora bien, dependiendo cómo se concrete la educación la misma puede catalogarse de sistemática o asistemática. La primera es intencional. Puede ser formal y no formal. La formal es la regulada por el Estado, a través del sistema educativo. La no formal tiene intención, es estructurada, pero no la acredita el Estado. La educación asistemática, es la misma informal, se genera en el día a día, en cualquier parte y momento, sin ningún tipo de intención; también suele denominársele espontánea.

En síntesis pudiera precisarse que la educación es un  proceso histórico social, de carácter complejo que afecta al ser humano en el plano individual e integral, mediante el cual, los seres humanos se apropian de la cultura, configuran la personalidad en todos sus aspectos, adquieren las herramientas que les permiten vivir con otros y emprender cambios en su contexto, a través de la promoción de actitudes creativas e innovadoras.

En dicho proceso hay dos aspectos o principios que deben ser referidos: la educabilidad, que se identifica con la capacidad de aprender de las personas, que les permite la asimilación cultural, la construcción del conocimiento y, la educatividad, que se relaciona con la capacidad que tenemos los humanos de influir en los demás y que de alguna manera justifica la existencia del maestro o profesor.

 

Referencias Bibliográficas

Becerra T. G. Y. (2024). Teoría de la Educación y Pedagogía. Saberes necesarios de la formación docentes. Universidad de Los Andes.

Prieto Figueroa, L. (1990).  Principios Generales de la Educación.  Caracas: Monte Ávila Editores.

Vygotsky, L. (1979). El desarrollo de los procesos psicológicos.  Barcelona: Crítica.

 

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