Fecha de publicación: 15/10/2024
En uno de los primeros posts de esta página hablábamos de los saberes del docente y a partir de este hilo conductor, se han venido sistematizando aportes al respecto, un poco con la intención de dar respuesta a la siguiente inquietud: ¿Sobre qué debe saber un docente? Pueden surgir múltiples respuestas a dicha interrogante. Incluso, hubo algún autor que precisó que un docente debe saber sobre la disciplina que enseña y el cómo enseñarla. Pero, esa respuesta al cómo enseñar, nos remite de inmediato al campo de la didáctica y de la Pedagogía, pues para este momento histórico, la enseñanza ya no es considerada como el proceso de transmisión del conocimiento. No tiene sentido, porque vivimos en una sociedad informatizada y se pueden generar procesos de construcción de conocimiento, sin la relación causal de ser producto de la enseñanza, como actividad profesional. No obstante, sigue existiendo un proceso sistematizado de educación formal en todo el mundo, la cual toma particularidad en el contexto. Cada país, entonces, organiza su sistema educativo, a través del cual, las nuevas generaciones se forman. Esta organización, se hace a partir de: las etapas del desarrollo humano (aporte de la psicología evolutiva) y, de la concepción educación sistemática formal.
Entonces, la intención del presente escrito es disertar sobre ese saber que deben tener los profesores para responder la inquietud: ¿Dónde se genera el proceso de la formación humana, como objeto esencial de la pedagogía? La respuesta más inmediata sería decir: en las instituciones educativas. Es cierto, pero estás forman parte de un sistema, de una estructura, de un orden. Conforman una organización, porque se trata de conjuntos de personas que las unen propósitos comunes, para lo cual disponen de ciertos recursos, que deben gestionar. Como lo señala Chía (2006) las organizaciones educativas son medios para alcanzar un fin común (la formación humana); es decir, constituyen “el ámbito donde se forma integralmente a las personas a través de la enseñanza, de modo intencional y formal.” Así, la organización también se refiere al espacio donde se concreta la educación sistemática.
Las organizaciones educativas son consideradas como entidades diseñadas para mediar el aprendizaje y el desarrollo de habilidades en diversas áreas del conocimiento. En otros términos, el objetivo principal de las mismas es proporcionar un entorno estructurado donde se fomente la adquisición de conocimientos, la investigación y el crecimiento personal. Es en las organizaciones educativas donde se crean las condiciones para que los estudiantes se apropien de los conocimientos que les permiten desenvolverse en el mundo, de manera efectiva y así, poder asumir su vida en forma consciente y libre. Esto, en parte, es producto de la sistematicidad. Entonces las instituciones educativas forman parte de un sistema, están reguladas por normas legales que estipula el Estado, se orientan por unos fines y se ubican en contextos determinados y particulares. En este sentido, es importante, por no decir esencial, que los docentes conozcan sobre la organización social de la educación, en su contexto de desempeño. Esto implica, tener diafanidad sobre la estructura del sistema educativos del país dónde ejerza y de acuerdo a ello, el tipo de institución y organización a la cual pertenece.
En el caso de Venezuela, por ejemplo, de acuerdo a lo estipulado en la LOE (2009), Artículo 24 se establece que el Sistema Educativo está conformado por subsistemas, niveles y modalidades, de acuerdo con las etapas del desarrollo humano, el cual integra las diversas instituciones acordes a los diferentes niveles educativos. Así, se tiene, para el sector público, los Simoncitos que son instituciones que se encargan de la atención de la Educación Inicial; las Escuelas Bolivarianas para la Educación Primaria, que se apoya en la Misión Robinson para satisfacer esta necesidad educativa en las poblaciones que, por diversas razones, quedaron excluidas de este servicio en el nivel; los Liceos Bolivarianos y las Escuelas Técnicas Robinsonianas, atienden el nivel de Educación Media y se apoyan en la Misión Ribas para atender las personas que fueron excluidas del sistema; por último, están los Institutos y colegios universitarios, los tecnológicos, las universidades autónomas, las universidades experimentales, que en su conjunto vienen a satisfacer la demanda social en cuanto al servicio de Educación Universitaria. Aquí, dentro de la política de inclusión, se creó la Misión Sucre, como una estrategia masificadora, que se concreta con la colaboración de un conjunto de universidades y, a través de la política de la municipalización (Becerra, 2024).
No obstante, también en todos los niveles existen instituciones privadas, que ofrecen el servicio formativo en todos o algunos de sus niveles y pertenecen al sistema educativo; algunas son religiosas y otras laicas; unas son subvencionadas por el Estado y otras no. Todas se constituyen en organizaciones educativas. Otro país tendrá una organización particular, aunque coinciden en tener instituciones para atender población de 0 a 6 años, de 7 a 12 años, de 12 a 17 o 18 años y de 18 en adelante. En casi todo el mundo, salvo algunas excepciones, existe la educación pública y privada.
Como se puede apreciar, el docente tiene que tener conocimiento sobre la organización social de la educación y, por supuesto, sobre las organizaciones educativas como el contexto directo de desempeño profesional, pues la educación se constituye en un sistema abierto, determinado por las características del momento y consta de elementos que regulan su funcionamiento, como las normativas legales, el calendario, personal calificado, recursos materiales. Si se asumen, estas organizaciones desde la concepción de sistemas, tienen entrada de todos esos recursos mencionados, más lo estudiantes y los padres; igual tiene salidas, que se traducen en el aporte de los frutos materializados en capital humano, generación de conocimiento, entre otros.
Ahora bien, dichas instituciones se ubican en un espacio con sus particularidades: rural o urbano, ubicado en sectores particulares de una ciudad, municipio, parroquia, aldea, poblado, caserío, etc. Es decir, la organización ocupa un espacio que conforma el ambiente y determina la población estudiantil que será atendida y la comunidad de padres que tendrá. Es menester, que el docente también tenga conocimiento sobre el espacio y sus alrededores donde está ubicada la institución en la cual labora.
En síntesis, es parte del saber pedagógico del docente, tener diafanidad en lo que se atañe a inquietudes como: dónde enseño, cómo se estructura la institución, cuáles son los niveles de mando y comunicación, cuáles son las normas de funcionamiento, qué tipo de población atiende, cuáles son las características del sector, qué tipo de institución es, en qué nivel me corresponde trabajar, qué niveles educativos se atienden en la institución, que servicios presta la escuela además del formativo, qué programas funcionan en la institución, entre otras cosas. De ahí, que sea considerada la organización educativa como parte del objeto de la pedagogía.
Como se puede apreciar, las organizaciones educativas juegan un papel crucial en la formación de ciudadanos informados y competentes, contribuyendo al desarrollo social y económico de la comunidad. A través de métodos pedagógicos diversos, promueven no solo el aprendizaje académico, sino también valores éticos y sociales, preparando a los estudiantes para enfrentar los desafíos del mundo actual.
Es posible que a partir de este post se desarrollen otros, que particularicen en las diversas organizaciones que educativas: de atención al preescolar, de educación primaria, o escuela propiamente dicha, el liceo o las instituciones de educación secundaria y la universidad. Es mucho lo que se puede decir de las organizaciones educativas, pues el tema es amplio para desarrollarlo en un solo artículo.
Referencias Bibliográficas
Becerra T., G. Y. (2024). Teoría de la Educación y Pedagogía. Saberes necesarios en la profesión docente. Mérida: Publicaciones del vicerrectorado de la ULA.
Chía J. (2006) El ser y hacer de la organización educativa. Educación y Educadores. 9(1). Disponibles: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0123-12942006000100003#:~:text=La%20organizaci%C3%B3n%20educativa%20es%20el,a%20trav%C3%A9s%20de%20la%20ense%C3%B1anza. Consulta: 15/10/2024.
Para referir este artículo: Becerra T., G.Y. (2024). La Organización educativa como objeto pedagógico. En. Pedagogia.club. Disponible: